Sobre desaparecer

En las últimas semanas he estado algo desaparecida. Un mes entero encerrada, sin prácticamente salir de casa y estudiando para acabar con la recta final de un segundo curso en la universidad que parecía alejarse más y más cada día. Ahora que ya ha pasado todo y los días de descanso han llegado para quedarse, me doy cuenta de cuánto necesitaba entrar en esta especie de hibernación...

Mi mente pedía (y aún ando trabajando en ello) un tiempo para volver con ideas renovadas que me permitan seguir sintiéndome bien con este proyecto y en definitiva, ser yo misma en cada paso que vaya dando. Y es que desde que empecé con todo ésto, para mí todo año tiene dos caras: un inverno para pensar y llenarme de inspiración y un verano, con todas las horas que durante el invierno me faltan, para hacer realidad las decenas de cosas que han estado rondando en mi mente.

Ahora el verano ya está aquí y con él, los días para empezar a dar forma a esas ideas que se amontonan y que llevan tanto tiempo deseando salir. Vuelvo con ganas de cambios, de experimentar con diferentes técnicas y con ideas que tengo ganas de probar, pero sin dejar de hacer detalles que salgan del corazón, como hasta ahora. Espero poder llenar la tienda de novedades durante estas vacaciones, después de unos últimos meses de no parar y quedar sin stock. Hasta entonces, mi mochila, libros de inspiración, taza de té con limón y cámara de fotos, me esperan para seguir buscando ideas allá donde vaya.